He
estado siguiendo tus pasos durante mucho tiempo, pendiente de tus sueños y
angustias, sin saber que este momento
iba a llegar. Recuerdo las gotas de lluvia que acompañaron tus largos paseos
por el parque, tus tardes de estudio en el césped de la facultad, tantas
cosas...
Hoy he llegado a tu
puerta pero ya no estás allí, estuve esperando toda la mañana pero no pude
acompañarte. Solo quiero saber donde estás, porqué te has ido sin despedirte de
mi y sin compartir mis palabras con tus
oidos. Después de todo son tantas cosas las que poco a poco van desapareciendo
de mi vida... Primero fue aquella casa donde nací, y poco a poco fueron
sucediéndose más cosas. En ocasiones tenía la sensación de que muchas de esas
cosas las iba sustituyendo por otras, pero hoy veo que realmente desaparecieron
y nunca más volveran.
Mientras lo pienso y
mientras pienso en ti, pequeños cristales resbalan por mi piel hasta dejar un
sabor salado en mis labios. Hacía mucho tiempo que no lloraba y siento que lo
necesitaba.
Mañana volveré a sonreir, supongo.