El caso es que todos tenemos días mejores y peores y es muy manido dejarse llevar por las emociones a la hora de escribir, de escuchar música etc... pero al fin y al cabo, si no es por las emociones, ¿Porqué estamos aquí?
Hoy por hoy el mundo que nos rodea no invita especialmente a pensar en positivo. No sé si esta primera entrada es la más apropiada, ni si seguiré adelante, ni lo que escribiré mañana o cuando, pero sé que siempre he sido una persona que ha procurado ser lo más positivo que he podido, pero también es cierto que hoy por hoy procuro ser positivo minuto a minuto, valorando lo bueno de cada momento, porque creo que esas pequeñas cosas son las que nos dan valor, las que nos ayudan a salir cada día a la calle.
Indignados, cabreados, hartos, insatisfechos, cansados... todos esos adjetivos se aplican hoy tanto a jóvenes como a mayores, a casi todos por igual. Y digo a casi todos, porque siempre hay gente que en estos tiempos difíciles aprovecha, o se aprovecha mejor dicho, y hace de la desgracia de los demás su propio beneficio.
Oímos tantas cosas, leemos y sobre todo vemos (que hoy todo es audiovisual) noticias, comentarios, bulos y rumores y llega un momento que no sabes que pensar. Quizás todo fuera más sencillo si no hubiera tantas espirales que alimentar, tanta obsolescencia programada, y tanta comparación a todos los niveles.
Pero esto no ha sido siempre así... o por lo menos eso creo.
Siento si os he aburrido pero hoy por hoy es lo que siento.
Nos vemos pronto.
